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“Quedate en casa”, “Blindemos abril” o “Cuarentena preventiva” son frases que nos han acompañado en los últimos tiempos. Responsablemente, tratamos de cumplir con estos pedidos en pos del cuidado ciudadano. Pero y entonces, ¿cómo cumplimos con nuestras obligaciones? En este artículo vemos cómo la tecnología está hoy, más que nunca, al servicio nuestro para ayudarnos a cumplir con nuestros deberes y obligaciones.

En primer lugar, ante la emergencia sanitaria, los gobiernos de distintos países del mundo han exhortado al teletrabajo con el fin de evitar aglomeraciones y circulación. Claro está que no todos los trabajos admiten esta modalidad, pero un gran porcentaje sí pudo adoptarlo e incluso algunas empresas han optado por mantener esta modalidad más allá de la pandemia. Diversos estudios han demostrado que la productividad no se ve afectada al trabajar de manera remota y muchas compañías han llegado a promover esta opción con flexibilidades horarias, brindado el mobiliario adecuado para armar pequeñas oficinas en los hogares y hasta poder trabajar menos días por semana. Esto solo puede lograrse gracias a la tecnología que permite poder estar en igualdad de condiciones en una oficina o en un domicilio particular.

Por otra parte, todos tenemos deberes como ciudadanos que nos obligan a movilizarnos continuamente. Tal es el ejemplo del pago de servicios como luz o agua o el pago de cuotas de préstamos. 

El contexto mundial ha obligado a las empresas a adaptarse a esta nueva realidad tratando de afectar sus negocios lo menos posible. Es así que bancos, financieras y redes de cobranza han tenido que adoptar medios de pago online o, si ya lo hacían, ofrecer mayor diversidad de posibilidades y mayor difusión de esta opción para que los clientes puedan seguir cumpliendo con sus pagos. 

Han surgido aplicaciones móviles, convenios entre bancos y casas de crédito para facilitar pagos en línea y hasta nuevas redes de cobranza 100% online que son otra demostración de cómo la tecnología fue, en esta situación tan nueva y desafiante para todo el mundo, un gran pilar que intentó minimizar los problemas que trajo la reducción de la movilidad.

Además de compromisos laborales o de pago, todos tenemos necesidades que cubrir que, en una situación normal cubriríamos dirigiéndonos a distintos lugares como supermercados, bancos y financieras, gimnasios o hasta espacios de ocio y esparcimiento como cines y teatros. Estos también han tenido que adaptarse optando por compras online con delivery, opciones de solicitud de productos financieros (préstamos, tarjetas, cheques) autogestionables, videos deportivos online para poder entrenar desde casa, nuevas plataformas virtuales donde encontrar entretenimiento o hasta los recientemente conocidos servicios de streaming que permiten comprar una entrada virtual a una obra de teatro.

En conclusión, esta realidad inesperada que nos está tocando vivir hace ya más de un año, nos ha obligado a adaptarnos, reinventarnos y transformarnos. Nada hubiese sido posible sin los avances tecnológicos. Solo imaginemos este escenario de restricciones de movilidad hace apenas 50 años, cualquiera podría animarse a decir que las pérdidas económicas hubiesen sido mucho más importantes.

Ingresá a los sitios web de las empresas con las que trabajás, consultá medios de pago online, deliveries y otros servicios en línea que te van a permitir seguir cumpliendo con tus deberes y satisfaciendo tus necesidades mientras que seguimos cuidándonos entre todos.